jueves, enero 28, 2010

PERDÓN


Perdóname.
Perdona por quererte así, por quererte tanto. No tengo defensa ni excusa, todo lo más que no estaba planeado. Un día la vida se deslizaba en torno a mi plácida y gris, y al siguiente estaba este amor abrasándolo todo. Consumiendo tu mundo y el mío.
Por eso debes perdonarme, perdonar lo que este amor implica. Es un amor egoísta, te pretende en exclusiva, no conoce medida ni se somete a la razón. Crece y arde, se retuerce entre las brasas, y solo encuentra paz cuando estás entre mis brazos.
Perdóname, porque este amor no hace promesas, ni mira al horizonte ni piensa en el mañana, no tiende puentes al futuro para sustentarse y la única esperanza que conoce es esa que cada noche se enciende con un beso y se apaga cuando, al amanecer, me aparto de tu lado.
Y perdóname por no estar arrepentido ni tener propósito de enmienda, por mi firme propósito de volver a pecar una y otra vez mientras este ciego y loco amor nos sostenga entre sus manos...

Fotografía: Brian Shimansky, por Saverio Cardia

Dedicado a ti, que me pides perdón por quererme tanto.